Truco

Yo no apostaría,
Ni un centavo más por vos.
Como quien espera,
Por un disparo ser asesinado,
Y en ese lapso muere tres veces,
Es como tener que prevalecer
En esa espera constante que,
Me mató tantas veces que la sorpresa y la pasión,
Que solía sentir por vos,
Pálidas y marchitas de mi alma,
Cayeron.

Si no tengo qué sentir,
Si no te movés un poco,
Poco a poco me voy a ir,
Dejándote solo.
Y esta vez te prometo no llorar,
Aunque te arrepientas y me vengas a hablar
Yo ya te digo que te olvido,
Que te olvido una vez más.

Para qué tener el corazón roto,
Con pedazos desparramados,
Con tu nombre en mi sangre,
Para qué morirme de ansias
Si al final, lo que recibo,
Me lo das sin ganas.
Para qué gastar tiempo queriéndote,
Si al fin y al cabo, nunca te importé,
Para qué derrochar palabras en alguien,
A quien nunca amé.

Y entre las sombras apareces de nuevo,
Y renaces como un huracán,
Y me dices que por miedo,
No me pierda de jugar.
Entonces de a poquito, paso a paso...
Me vuelves a matar.

Sable

Quise escribir un poema,

Sobre la hermosura de la sangre,

Que brota de las heridas,

De las luchas, las victorias y derrotas,

Pero inevitable e imprescindiblemente…


¿Quién hubiera dicho

Que la vida me iba a golpear

Más fuerte de lo que yo,

Pensé que podría soportar?


¿Con qué derecho empuña la espada,

Quién luego de mancharla trató de limpiar,

De su filo borrar la tristeza derramada?

¿Con qué derecho se juega,

Con aquél que solo quiere reír?


Pero todavía puedo hablar de caballos,

Como siempre supieron muy bien,

Huir de la espada escapando,

Al horizonte lejos,

Lejos de todo lo que hace mal…

Seguidores