Ten cuidado,
ten mucho cuidado,
ya que pronto llegará el rocío
que bañará y limpiará
las intenciones,
un agua virgen que emanará de un cuerpo
cualquiera.
De todos los cuerpos.
Tiembla,
tiembla todo lo que tengas que temblar
para que cuando en la aurora de los tiempos,
todos los opuestos se fundan,
todas las desigualdades se desintegren,
todos los pechos se abran,
extasiado el cuerpo reprimido,
alce glorioso el alba en el día.

Ten cuidado,
ten mucho cuidado,
entre las calles hemos ido perdiendo,
abandonando,
con violencia, lejos y alienados,
con indiferencia, rápido y por el costado,
lazos.
Tiembla,
tiembla todo lo que tengas que temblar,
cuando caiga el atardecer
y una inocencia gris
con desenvoltura te amarre,
cálidamente derritiendo excusas

Ten cuidado,
ten mucho cuidado,
pronto caerá la noche como lluvia de aspersor,
boceteando un trazo tembloroso,
abriendo camino a tu cuerpo
y tu espalda,
que de costado me clava
una mirada punzante.
Tiembla
tiembla todo lo que tengas que temblar
y aunque sea en sueños
o desde otro lugar
gírate.
solo con tu cuerpo doblado
puedo tocar el fondo de la niebla.

Ten cuidado,
ten mucho cuidado,
cuando la telaraña somnolienta,
por mis hombros descienda,
porque va a ser en un amanecer así,
como cualquier otro,
en el que la tierra abra sus párpados conmigo
entonces, sólo se escuchará
un eco.
Y nuestros cuerpos temblando.

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