Un poema desesperado

Me sentí tocar el cielo con las manos,
Me sentí volar con el Che,
Me sentí dibujar una sonrisa cada mañana,
Me sentí hija del sol,
Protegida por alas,
Envuelta en nubes...

Me sentí con fuerzas para luchar,
Aún en la tormenta oscura...
Pero ahí viene de nuevo esa ola negra,
Que me aulló en la cara...
Me arrancó de mi sueño!
Me destruyó la esperanza en pedazos
Y al abismo los arrojó...
Y luego me asesinó y sepultó,
En su vacío cuerpo.

Todas las noches como tripulante,
De aquél cancerígeno barco,
Me sentí violada.
Violada, y siquiera me tocaron!
Pero es que si hubieses visto Ernesto,
Como me castigaba su mirada!
¡Ay! Y si los hubieras escuchado,
A tí también te hubieran desecho el alma.

¿Dónde estás para abrazarme querido hermano?
Nunca me sentí tan sola y triste,
Y esta vez no es por su indiferencia,
Esta vez trata de que ya no puedo ni mirarte,
Ni escucharte, leerte, sentirte....
Por favor espérame trar el desierto,
Junto al Oasis, espérame.

Qué será de mí que todo hago mal,
En el valle sinsonrisas,
Quién se apiadará,
De mi ingenuo corazón hecho trizas,
Que ahora bañado en fiebre y melancolías,
Espera ansiosamente, dejar de latir.
¿Quién querrá un corazón
Que soñó tan alto con libertad,
Que creyó tanto con igualdad,
Que desió tanto la paz,
Y luego injustamente se lo amachacó por dentro,
Y exprimió hacia a fuera?
¿Con qué se llena el vacío
cuando nada queda?

Ilusión

Tú pura belleza,
La más bella ilusión eres,
Como cascada de agua cristalina,
Envuelves mis hombros desnudos.

Como razón te disfrazas,
Y cada mañana mi cuerpo levantas,
Bañas con rosas mis pétalos,
Mis pétalos te alcanzan.

Qué sería de la realidad,
Sin la distorsión...
Qué sería de mí,
Que tan real soy...
Sin mi puerta de escape,
Mi hueco de Alicia,
Mi país de ilusión.

Poco a poco

Lo diré claro
(Por que es de la única forma en la que sé hablar)
No dejaré que me rompas,
Ni romperé a llorar.
Tampoco voy a huír de esta realidad,
Quizás sí camine sola...

Si miro al pájaro posarse en la rama,
Si toco la rama y su textura penetra mi piel,
Con mi sangre podré quemarla,
Con mis pasos podré olvidarla.

Ese pájaro que te tocó
(Divina luz, que por casualidad, te iluminó)
Se esfumó en el cielo,
Tus pedazos quedaron en sombras,
Con tu oscuridad me abrazaste,
Ahogaste a mi alma con tu ser.

Pero ahora,
Poco a poco presionas,
Y poco a poco me resisto a caer,
Cuando me creas muerta,
Romperé las cadenas,
Correré al cielo,
Volaré alto sin caer.

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