?



Son muchas las preguntas que uno se puede hacer. Por ejemplo, uno podría preguntarse ¿Cómo empezar? pero entonces sería mejor simplemente empezar. A su vez uno también podría preguntarse ¿Qué pensarán? pero entonces, sobre todo en este caso, mejor sería simplemente no pensar.
El problema surge cuando uno se pregunta ¿Cómo lo digo? Y realmente, no sé como expresarme a veces. En el día de hoy pasaron muchas cosas, y sólo puedo pensar en un río. ¿Cómo les explico qué significa que mis sentimientos son un río? Entonces, agarré una hoja y escribí "Y enfrente, sólo el río. Tumultuoso, nefasto, claro." Y esto, lejos de ayudarlos a ustedes, tampoco me ayuda a mí. Pensando un poco más me di cuenta que creo que lo angustiante del asunto es que una persona se puede ahogar en un río, como en muchos otros lugares, pero en el río se ve el cuerpo, porque se supone que el agua está limpia. Igual, no quiero decir todo esto. Quiero decir que a veces siento que me ahogo y me veo, y me veo morir. Y lo que me angustia no es esto, sino que no muero nunca. Porque morir significaría un nuevo renacer. Me siento condenada a una muerte eterna, que nunca termina. No puedo poner el punto, no puedo empezar el nuevo párrafo. Ni cambiar la hoja, ni dejar sangría. No puedo decir lo que quiero decir como lo quiero decir, ni escapar de mí, ni escapar de vos. Y la piel puede ser tu casa o tu cárcel, y eso un poco lo elegís vos. Yo tengo una pregunta inconclusa, una pregunta prisionera. Una pregunta inquieta, que agita mi columna y me descompone. Que nubla mis pasos, que tropieza mi vista, que ensordece mi boca, que enmudece mis manos.
Yo sólo quería pedirte que me quieras. Y la pregunta se largó a llorar

No hay comentarios:

Seguidores