Testigo del susurro de la muerte

De tu nombre,
salió un hermoso jardín.
del cual,
saqué las marchitas rosas,
de tus escasas sonrisas,
las agudas espinas de tus frías palabras
y las clavé en mi alma
las sepulté en mi mirada.

Y ahora las palabras bellas
no brotan,
y el amor de mi ser desaparece
quedo sola
enterrada en tu recuerdo,
testigo de haber visto tu alma,
escurrirse con la muerte

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