Muñeca de porcelana

Un suspiro que grita en mi oreja,

Mientras más avanzo más retrocedo,

La chispa que una vez se encendió,

Esta vez permaneció intacta,

Y no me carcome tanto,

Ni encuentro tan extraño,

El estar tan poco cuerda.


Cuerdas son las del reloj,

Que dan tan rápido tantas vueltas,

Puedo sentir en mi palma caer,

El tiempo que me queda.

También hay un reflejo,

En el último cuarto de mi ojo,

Que muestra la aflicción del pecho,

Que se hunde y remonta.


Dorada la sonrisa,

Rojos los labios,

Esencias del pasado,

Que hoy las quema el papel.

Como papel mi rostro se perpetúa blanco,

Insulso de emociones,

Carente de viveza.


El calor de aquellas manos,

Que alguna vez te sostuvieron,

Ahora se tornaron frígidas y

Como porcelana de muñeca,

Me encuentro en un estante,

Viva pero ausente.

Ausente e ida.

No hay comentarios:

Seguidores