Nicotina

Vacié la pipa y estuve mirando la muerte del sol entre los árboles. Sabía ya, y tal vez demasiado, qué era ella pero no quería nombrarla. Preferí mantener mis pensamientos en silencio y dejar que esta angustia me consumiera por completo. Este desgarrador sentimiento que me envolvía, esta incertidumbre provocada por su misterio. Ella era un interrogante en sí, no había respuesta a su razón de ser. Tampoco podré nunca explicar yo, por que me siento predispuesto a dar mi vida por ella, aunque en sí, ni ella ni mi sentir, tengan coherencia.

El anochecer me invitó a caminar por las calles desoladas de mi barrio, cada esquina me invitaba a un recuerdo pasado, y cada recuerdo me generaba una nueva duda. Caminando en el limbo, entre la melancolía y el cansancio llegué a destino.

Junto a la puerta del dormitorio encontré un sobre de la gerencia con la cuenta de la quincena. Encontré mi rutina, mí día a día, mi vida tan común, tan insulsamente real. Ahora esta parecía solo un papel con deudas, una hoja pálida, carente de emociones vívidas.

Volví al dormitorio y abrí la valija después de sacarla con el pie de debajo de la cama. Me gustaba mirar su fotografía antes de dormir, la tenía bien escondida, nadie más que yo sabría admirar su belleza por completo. Era un rito imbécil si se lo pensaba bien, pero me calmaba tanto.. era la nicotina de mi corazón. A veces me permitía, si me sentía con valor suficiente a llamarla. Casi siempre me atendía él, entonces mi tono de voz y mis palabras cambiaban según lo que mi mente quisiera decidir. Podía elegir entre Julián o el cajero Prófugo, el primero era un joven desconcertado por la inesperada desaparición de su amor, y el cajero prófugo no era otro que aquella sombra, que en su aurora de oscuridad, observa la figura imaginada, la figura muerta de su amada.

Yo sé que ella vio mis llamadas aunque nunca haya atendido.

Pero nuevamente se produjo un choque con la realidad. Ella se había ido. ¿Quién era? Algo me estaba ocultando. ¿Qué sería? ¿Con qué motivos? ¿Serían mis atisbos la concepción más cercana a la verdad? ¿O sólo el reflejo de una solución satisfactoria? ¿Una respuesta sacada de mi fábrica de nicotina?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ta bueno Emi, me gusta como esta escrito pero no logro entender bien de qué se trata, cual es la historia.
Muy bueno igual! A veces desconcertar esta bueno

Beso, María

Emilia dijo...

Aviso, este 'cuento' surge a raíz de una tarea escolar, en la que se nos daba un textos y teníamos que alargarlo intercalando frases, oraciones entre otros. Dado que no se podían sacar oraciones de este textos ni cambiar los tiempos en los que estaba y demás lo que escribí tuve que adaptarlo a eso.
La idea es que imaginen, así que ahora te mando un mail a vos en particular contandote lo que me imaginé yo, y cualquier otro que lo quiera igual solo dígame!

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