Ya no me dices nada,
Ya no me miras con recelo,
Ya no sientes ningún fuego,
Ya no te importa si yo caigo,
Muero, o me estemezco.
Ya tus palabras no tocan mis labios,
Ya tus abrazos no envuelven mi cuerpo,
Ya mis mañanas se acostumbraron a salir sin ti,
Ya me abrigué con otras sábanas,
Cuando el frío me petrificaba.
Ya lloré y escuché toda una noche a otro,
Ya encontré nueva poesía en otra sonrisa,
Ya te miré y obviaste mi mirada,
Ya me acerqué y cambiaste de rumbo,
Ya me senté a tu lado y seguí sola.
Ya llegó la hora,
De admitir que un beso,
Se llevó todo lo nuestro…
No hay comentarios:
Publicar un comentario