Trece puertas

A continuación, el relato de un sueño, el sueño definitivamente más triste que jamás tuve, el sueño… más real.

En la primera escena se podía ver un inmenso cuarto, hundido en la oscuridad.
Sin avisar, aparecieron esplendorosas luces colgando del techo, y bajo de las luces, una gran mesa redonda, y una silla.
Entonces, pude ver el vasto cuarto, y noté que tanto el piso como la mesa, estaban echas de un voluminoso roble.
Sin más, me senté sola a esperar.
No pasó mucho tiempo cuando de la pared surgió una puerta. Empezaron a entrar personas con sillas. Se sentaron, y empezamos a conversar. No sabía quienes eran, pero poco a poco las fui conociendo, algunos se paraban dejando su asiento, atravesaban la puerta y nunca volvían, sin embargo, yo los quería, yo…los quiero.
No me atrevo a decir cuando fue que pasó, tampoco puedo contarles la razón, de lo único que mis ojos tuvieron certeza, de lo único que fui testigo, fue de ver como, de repente, todos se pararon, se fueron corriendo. De cómo de repente estaba sola devuelta en ese inmenso cuarto, sólo que ahora estaba sin la mesa, con una luz colgando, 12 sillas…y trece puertas.
Una duda,
Y una soledad, que deliraba en la penumbra de mis pensamientos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Memi, escribis hermoso
No lo digo ni por compromiso ni porque me caes bien, es lo que en verdad opino.
Tenés una manera de expresar sentimientos muy profunda, me encanta!

Si querés, pasa por acá y mirá lo que escribí yo, y decime qué opinas.. dale?

http://www.facebook.com/home.php#/profile.php?id=1431420147&v=app_2347471856&ref=name

Un beso grande,
Guada

Meel. dijo...

mucho porro jajajaja, mentira :), me encanta como escribis.

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